Esparvel y Adalberti denuncian el expolio y muerte de rapaces en cotos de las localidades toledanas de Villamiel, Camarenilla y Escalonilla

La Agrupación Naturalista ESPARVEL y la Asociación Adalberti denuncian que estos expolios se han vuelto a repetir a pesar de haber sido denunciados ante la Delegación de Medio Ambiente de Toledo durante varios años consecutivos.

La asociación ESPARVEL ha presentado denuncias en los años 2003 y 2005 ante la Delegación de Medio Ambiente de Toledo por el expolio de, al menos, 21 nidos de las especies Aguiluchos cenizo y Aguilucho pálido en varios cotos de las localidades de Villamiel, Camarenilla y Escalonilla. Además del expolio de nidos, ESPARVEL denuncia la persecución sistemática de los aguiluchos que ha llevado a una disminución del 90 % de parejas reproductoras en algunos de estos municipios en los últimos 3 años.

Los aguiluchos cenizo y pálido son unas pequeñas rapaces que anidan en el suelo, principalmente en parcelas con cultivo de cereal, y que sufren cada año una gran mortalidad a causa de las cosechadoras y empacadoras debido a que la siega se realiza, en muchas ocasiones, cuando los pollos aún no pueden volar. Desde 1997, ESPARVEL realiza en algunas zonas de la provincia campañas de conservación que tienen como objetivo reducir la elevada mortalidad de pollos de ambas especies, causada por las cosechadoras y empacadoras. En estos 3 años, el adelanto de la siega y principalmente el expolio de nidos han motivado que no haya volado un solo pollo de aguilucho en los términos de Villamiel y Camarenilla.

Estas actuaciones contra especies amenazadas se relacionan sin duda con la actividad cinegética en ciertos cotos de caza en los que aún hoy se sigue persiguiendo a depredadores protegidos mediante disparo y uso de venenos.

ESPARVEL tiene constancia de que, hasta el momento, la Delegación de Medio Ambiente no ha adoptado ninguna medida para solucionar esta situación ante las reiteradas denuncias presentadas. Esta ausencia de medidas por parte de la Administración conlleva la absoluta impunidad de los gestores de estos cotos.

ESPARVEL y ADALBERTI exigen un control estricto de estos cotos y la suspensión cautelar de la actividad cinegética durante dos años, al basar su explotación en la eliminación sistemática de depredadores protegidos, de forma incompatible con el equilibrio natural, vulnerando flagrantemente lo establecido en la Ley de Caza y en la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha