Revista Esparvel nº 1

La Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos en la Provincia de Toledo

diciembre 1, 1999

De todos es sabido, la gran relevancia que ha tomado el problema de las basuras urbanas; son varias las causas que han propiciado el considerable aumento en la generación de las mismas en nuestra sociedad actual, entre ellas están el rápido desarrollo industrial, el crecimiento demográfico, la excesiva utilización de materiales de rápido envejecimiento… Todos estos factores unidos a la adquisición de nuevos hábitos de vida, han incrementado considerablemente la producción de residuos. Por otro lado a pesar del rápido desarrollo industrial la forma de tratarlas no ha evolucionado paralelamente a la aparición de nuevos productos o materiales de difícil o casi imposible correcta eliminación.

Los problemas generados por una incorrecta gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son varios. Por una parte causan un fuerte deterioro del paisaje, especialmente en áreas rurales o en espacios naturales sensibles. Cuando el viento arrastra plásticos y papeles, el área afectada puede ser de muchos cientos de metros en torno al vertedero. La sensación general que trasmiten es de área retrasada, degradada y marginal. Por otra, la combustión de las basuras y los olores generados son muy molestos y pueden hacer inhabitables ciertos lugares según los regímenes de vientos o las características del clima. Los humos de combustión se trasladan a las zonas bajas acumulándose y ocasionando problemas de salud y elevados riesgos de accidente.

Otro problema importante es el riesgo de contaminación de las aguas subterráneas y superficiales. Esto puede producirse por vertido directo en cauces o en zonas de contacto del acuífero o por la formación de lixiviados. Los lixiviados se originan en los periodos de lluvia y arrastran altas concentraciones de contaminantes presentes en las basuras, entonces pueden llegar a los cauces, acuíferos y embalses por escorrentía. Estos lixiviados contienen gran cantidad de iones y metales pesados con gran poder contaminante para las aguas.

La presencia de basura en el campo fomenta la aparición de animales oportunistas y perjudiciales, como ratas, insectos que pueden propagar enfermedades o predadoras como urracas, zorros y perros cimarrones que pueden provocar daños a las especies cinegéticas.

Por último los incendios provocados o fortuitos son un permanente riesgo de incendios forestales.

La Agrupación Naturalista Esparvel se propuso realizar un seguimiento y estudio de la situación actual de nuestros vertederos, así como de la gestión que se realiza de los RSU por parte de los Ayuntamientos. De esta manera, durante el periodo comprendido entre Agosto de 1998 y Mayo de 1999, se realizó el citado Estudio de Evaluación Ambiental de la Gestión de los RSU en los Vertederos de la zona occidental y centro de la provincia de Toledo.

Se visitaron un total de 149 vertederos pertenecientes a 163 municipios, siendo los núcleos de población más importantes Toledo, Talavera de la Reina, Torrijos e Illescas. Para realizar el trabajo se organizaron equipos de 2 personas que recorrieron los distintos vertederos municipales con el objeto de observar y analizar los distintos parámetros que aparecían en una ficha de muestreo elaborada específicamente para este fin.

En la zona estudiada podemos distinguir dos áreas, una la zona occidental de la provincia que coincide con la comarca de Talavera y otra la zona centro. En la primera el 100 % de los residuos producidos por las 76 localidades estudiadas se vierten en un total de 62 vertederos, todos ellos podemos considerarlos como incontrolados, aunque el de Talavera de la Reina que absorbe más del 50% de la producción puede considerarse como semicontrolado.

En la zona centro los RSU están gestionados por el Consorcio de Servicios Públicos Medio ambientales, integrado por una empresa mixta entre la Excma. Diputación de Toledo, una empresa privada y los diversos Ayuntamientos adheridos al mismo. A través de este Consorcio se pretende que los municipios integrados en él, transporten los residuos a un Vertedero Controlado situado en Toledo y que cumple con todas las condiciones de Tipo ambiental (impermeabilización de cubeta, recogida y tratamiento de lixiviados, cercado, cubrición, evacuación de gases, etc).

A pesar de existir este órgano gestor en nuestra provincia, y estar integrados en el mismo 104 municipios, la agrupación pudo comprobar como la situación no mejoraba, ya que de éstos 104 municipios, únicamente 58 vierten actualmente a dicho vertedero controlado. Especialmente relevantes son los municipios de La Puebla de Montalbán, Galvez y Los Yébenes que se resisten deliberadamente a trasladar sus RSU al vertedero del consorcio, manteniendo los suyos en funcionamiento.

Además hemos encontrado que un gran número de municipios que a pesar de estar vertiendo al Vertedero Controlado, todavía siguen manteniendo sus antiguos vertederos incontrolados en uso en donde se depositan de manera más o menos tolerada residuos de una forma cotidiana. Únicamente el 3% de ellos ha clausurado y sellado sus antiguos vertederos adecuadamente.

Las características de estos vertederos incontrolados son decepcionantes: en el 73 % de ellos se practica la quema de residuos como único tratamiento de las basuras. En otros muchos vertederos no es que se practique esta quema de forma intencionada, pero se producen autoinflamaciones. Estas quemas son responsables de una gran cantidad de incendios siendo una de las causas más importantes de incendios forestales en la provincia. Sólo para los vertederos de la zona occidental hemos calculado que al año se emiten a la atmósfera más 900 tn de CO, 328 de Hidrocarburos 60 de NOx y 10 de SO2.

Otra característica de estos vertederos es que puede accederse a los mismos fácilmente. El treinta por ciento de ellos no disponía de ninguna cerca que impidiese el paso y la mayoría, si disponía de ella estaba incompleta o abierta. Esto propiciaba la presencia en el interior de los mismos de gran cantidad de animales y la dispersión de la basura de manera muy significativa en la mayoría de ellos.

Más de la mitad de los vertederos eran utilizados como lugar para depositar animales muertos, vísceras y otros restos orgánicos, que mantenían una gran población de ratas. En el vertedero de Los Yébenes se pudo comprobar como estos cadáveres eran utilizados por una reala de perros para alimentarse. Esto ocasiona un grave problema sanitario, puesto que son focos de contaminación al proliferar animales que son potencialmente vectores de zoonosis.

Otro aspecto a tener en cuenta es que ninguno de estos vertederos poseía ningún dispositivo de recogida y tratamiento de lixiviados. Especialmente importantes por el volumen generado y su incidencia son los de Talavera, Calera y Chozas, Oropesa, Galvez, Orgaz y Layos. Muchos de los vertederos se sitúan cerca de ríos y embalses en algunas ocasiones en puntos de captación de agua potable, tal es el caso de los vertederos de Los Navalucillos y Sevilleja de la Jara.

Tal vez una de los problemas mayores sea el desperdicio de miles de toneladas de materias primas, en la zona estudiada se vierten anualmente más 160.000 toneladas de basura que se pierden irreversiblemente. Esto significa más de 26 mil toneladas de papel, 13 mil de plásticos y diez mil de vidrio. Importantísima también es la pérdida más de 90 mil toneladas de materia orgánica que podría recuperarse como compost para la agricultura.

De todo lo expuesto se comprende la lamentable situación de la gestión de los residuos urbanos en la provincia de Toledo, que sólo cuenta con un vertedero controlado. El resto incumplen ampliamente la legislación nacional de residuos y las nuevas normativas de la UE en materia de vertederos, además de estar generando un grave problema ambiental y de salud pública.

Por fortuna recientemente se ha aprobado el Plan de Residuos de Castilla-La Mancha que prevé cerrar todos estos vertederos incontrolados, instaurar la recogida selectiva y la instalación de tres centros de tratamiento controlado y compostaje en las tres áreas de gestión en las que se ha dividido la provincia. La puesta en marcha de este plan es fundamental, y requerirá de un gran esfuerzo inversor y la participación de todos. Será necesario concienciar a la población, convencer a los ayuntamientos para que abandonen sus antiguos vertederos y conseguir efectivamente el sellado y abandono de los mismos.

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