Este domingo 22 de junio, Esparvel alzó la voz en el corazón de Madrid para exigir justicia y protección para una de las especies más emblemáticas y perseguidas de nuestra fauna: el lobo ibérico. Participamos en la multitudinaria manifestación “Lobo vivo, lobo protegido”, que reunió a miles de personas y a más de un centenar de organizaciones conservacionistas en una marcha histórica por la biodiversidad y la conservación de nuestros ecosistemas.
Desde Esparvel acudimos como entidad adherida a la convocatoria, firmemente comprometidos con la defensa del lobo ibérico y con la necesidad urgente de que se adopten medidas reales y eficaces para garantizar su supervivencia. En nuestra participación, reclamamos:
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La reincorporación inmediata del lobo ibérico al Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE)
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El cese total de las batidas y controles letales, así como la aplicación efectiva de la Directiva Hábitats de la Unión Europea
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Planes de conservación basados en criterios científicos y no en intereses económicos o presiones políticas
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Educación ambiental rigurosa para desmontar mitos y ofrecer una visión real del papel ecológico del lobo en nuestros ecosistemas
La marcha partió desde la estación de Atocha, símbolo de encuentro y movimiento, y se convirtió en un clamor por la vida del lobo y por la defensa del equilibrio natural. Las calles de Madrid resonaron con consignas, pancartas y voces unidas por un mismo propósito: decir basta a la persecución del lobo y apostar por un modelo de convivencia basado en el respeto y el conocimiento.
La exclusión del lobo ibérico del LESPRE ha supuesto un grave retroceso en la protección de esta especie clave, abriendo la puerta a su caza sistemática bajo el pretexto de una supuesta “gestión” sin base científica. Por eso, la respuesta ciudadana ha sido contundente. Esta manifestación fue mucho más que una marcha: fue un acto de dignidad colectiva en defensa del patrimonio natural que nos pertenece a todos y todas.
Desde Esparvel seguimos firmes en nuestro compromiso. Porque sin lobo no hay equilibrio, y sin equilibrio, no hay futuro. Continuaremos trabajando por una convivencia justa entre humanos y fauna salvaje, luchando contra la desinformación y apostando por políticas que protejan la vida.
Gracias a todas las personas que estuvieron allí. Sigamos alzando la voz. El lobo lo necesita. La naturaleza lo exige.